Una de las
leyendas más famosas de Venezuela es la Llorona, incluso me atrevo a decir que
de toda Latinoamérica, y temerariamente agregaré que del mundo.
En casi todas
las mitologías hay una mujer que llora por sus hijos muertos; solo en algunos
lugares dicho personaje queda penando y, en algunos casos, acechando a los
vivos.
En el caso
particular de Latinoamérica, la llorona tiene muchas versiones, aunque si
investigamos encontraremos que la leyenda entró originalmente por México. Es
muy común en la mitología aborigen de nuestro continente, encontrarnos con
fantasmas o espectros que habitan las orillas de los ríos, pero solo hasta la
llegada de los españoles, adquirió las características específicas con las
cuales viajó a través de todos los pueblos.
Tomando los
rasgos generales la Llorona es una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, el
dolor de dicho trauma la llevó a cometer suicidio o a perder la razón, motivos
que ataron su alma a este mundo y pena por todos lados buscándolo. Algunas
historias aseguran que dichos hijos mueren ahogados y es por esta razón que la
Llorona suele escucharse cerca de quebradas, cauces de ríos, lagunas y lagos;
en el caso particular de Venezuela, la tradición dice que su llanto comienza a
escucharse después de semana santa, que son los días en que comienza la
estación lluviosa; es decir: la Llorona aparece con las primeras lluvias de la
estación.
Este extracto
tomado de internet, específicamente la página Wikipedia dice:
“Es durante la colonia española en América cuando el mito de la Llorona toma forma.1 A la vez diosa y demonio, nadie, en la psique del mundo colonial, puede resistir su aparición ni su llanto de ultratumba, ni siquiera los conquistadores afincados en el valle de México, quienes a causa del espanto incluso instituyeron un toque de queda a las once de la noche, pues pasada esa hora comenzaban a escucharse los gemidos aterradores de una mujer espectral por las calles de la ciudad de México. Su visión garantiza la muerte o la locura (en similar forma a la de las deidades prehispánicas antes descritas) para aquellos que intentan averiguar el origen de aquel lastimero gemido. Para los colonos, la diosa prehispánica toma la forma de una mujer de flotante vestido blanco, con la cara cubierta por un vaporoso velo (que cubre el aterrador rostro de la angustia), que cruza las empedradas callejuelas y plazas de la ciudad lanzando un estremecedor grito de desesperanza y derrota. La Llorona es también uno de los primeros signos del mestizaje, pues es durante este período cuando se identifica en México a este fantasmagórico personaje con doña Marina, la Malinche, que vuelve arrepentida a llorar su desgracia, su traición a su pueblo indígena y su relación con Hernán Cortés, como parte de la leyenda negra' 'de estos personajes. De aquí parecen venir muchas de las versiones que señalan a la Llorona como la protagonista de una trágica historia de amor y traición entre la mujer indígena (o mestiza ocriolla) y su amante español, lo que finalmente la lleva al infanticidio como una manifestación del deseo de castigar al hombre en la forma del amante, en unas versiones, o del padre de la mujer, en otras, para lo cual usa al niño como el instrumento de la venganza por ser este la prueba de la deshonra, pero también, de alguna forma, como una manera de castigarse a sí misma por su debilidad.1”
Como pueden
observar, en este caso particular, el mito de la Llorona representa algo más
que un simple espanto, hay un contenido histórico en ella, su ficción simboliza
el mestizaje.
Tomando
derroteros más específicos, en Venezuela circulan varias versiones ya sean en
prosa o corrido. Algunas de estas versiones aseguran que la Llorona es el alma
de una mujer que se casó con un soldado y quedó embarazada, antes de dar a luz
el hombre la abandona y ella asesina a su hija en un acto de desesperación
porque no soporta el llanto del bebé; al percatarse del horror que había
cometido, grita y llora desesperada llamando la atención de los vecinos, que al
encontrarla la maldicen y la atacan; asustada huye despavorida hacia el llano,
convirtiéndose en el espanto que conocemos hoy. Otras versiones cuentan que una
joven mujer asesinaba a sus hijos apenas nacían, un día decide confesarle al
cura del pueblo sus acciones: mata a sus hijos asfixiándolos, asegurándole que
no sentía remordimiento por lo sucedido; el sacerdote al notar que estaba
embarazada le dice que antes de asesinar al bebé lo amamante, cuando ella da a
luz decide hacer lo que el cura le ha dicho y en ese momento surge el instinto
maternal, lo que la llena de culpa y comienza a llorar, se dice que esta mujer
comenzó a vagar por los llanos llorando desesperada por los hijos que mató.
Hay versiones
que conducen a la confusión de este mito con otro conocido: La Sayona, estas
versiones indican que el asesinato del hijo o de los hijos, se consuma producto
de los celos, algunas historias dicen que la mujer encierra al esposo infiel y
a sus hijos pequeños en su rancho (casa muy humilde para los que no conocen la
palabra) y lo incendia; otra dice, que los ahoga en un río. La diferencia entre
ambos mitos radica en que la Llorona, según la tradición popular, se aparece en
casas donde hay mujeres embarazadas y a punto de dar a luz, o en su defecto
donde hay niños recién nacidos o pequeños, también cuentan que se los lleva de
las orillas de los ríos.
Lo interesante
de este mito en particular es la diversidad y adaptación, cada pueblo ha
quitado o agregado hechos, pero en general sus características son similares:
una madre desesperada que busca a sus hijos.
Su llanto es
aterrador, las personas que aseguran haberla oído garantizan que es horrible,
aún hoy en la actualidad, hay gente que asegura haberla escuchado, y considero
que es uno de los mitos más comunes que define la identidad de Latinoamérica.
En mi próximo
libro: “Los hijos malditos de mayo”, me tomé la libertad de construir una
novela que englobara un poco de todas las historias que conozco y que formaron
parte de mi niñez, entremezclándola con las que descubrí a medida que fui
investigando el mito. Los invito a ver el book-trailer del Los sollozos de
Marina.
Espero que les
haya gustado, y también asustado…
Saludos desde
mis mundos oscuros…
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