
Entre sus títulos
tenemos la más reciente obra que leí de él: “Entre putas y culpables”, en la
que se puede ver la evolución que todo escritor debe tener a medida que avanza
en este oficio; con esa habilidad exquisita y delicada que tiene para saltar de
un estilo a otro, ha logrado destacarse aun en contra de sus propias
expectativas; ejemplo de esto es que se erigió como ganador del premio “Arturo
Croce” patrocinado por la gobernación del estado Táchira de Venezuela, con su
cuento “La Ciega”, la historia de una joven que no es consciente de su ceguera
y piensa que todo es normal.
Héctor es un
escritor talentoso, que de continuar por la línea del género negro venezolano,
se le puede vislumbrar un futuro prominente; de las obras que he tenido el
honor de corregir y el grato placer de leer, se encuentra “Teatro circular, o
los infiernos femeninos” y “Fiesta de la crueldad”, novelas que muestran una
visión distinta del acostumbrado género negro, en ellas Héctor se adentra en
una perspectiva de la violencia social, aquella que tiene su raíz en el más
profundo y arraigado miedo e ignorancia, entreteje historias donde los
personajes se deslizan de tal forma que uno podría creer que de hecho existen,
no son solo producciones de la mente maestra del escritor, sino que nos
enfrenta a plantearnos esa realidad desagradable y pérfida que creemos,
ingenuamente, no existe.

Se ve a sí
mismo como un copista en potencia, pero en honor de la verdad, este escritor lo
último que hace es plagiar (aunque insista), Héctor se lanza a explorar un
universo alternativo a partir de personajes creados por otros escritores,
personajes que han sido olvidados y que no necesariamente se encontrarán en sus
obras; como todo escritor aspira a ser tan bueno como aquellos a los que admira
y busca (también como todo escritor) imitar estilos y formas en pro de mejorar
y darle calidad a su narrativa, la diferencia estriba en que desde ese punto de
partida, este autor se lanza a crear algo nuevo de lo existente y escrito, y lo
hace con tal calidad y talento, que sus libros son verdaderas obras de alta
literatura.
(Portada diseñada por mi)
Yo los invito a
leerlo si pueden, inclusive, hagan el esfuerzo de sobreponerse a ese rechazo
natural que pudiese sentirse ante la cruda verosimilitud con el que narra sus
historias, hay que comprender que los libros de Héctor L. González no son para
cualquier lector, no todos podemos apreciar la estética que se encuentra en lo
oscuro y lo cruel; pero si logran sobreponerse, entonces encontrarán una rica y
variada obra entre sus líneas.
Saludos.
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